lunes, 13 de mayo de 2019
a veces necesito ascender
En memoria tuya escribo. Porque como tu padre, sé que fuiste del mar y en él estás. Llevo latente una marca con el nombre que nunca te di. Cada día es un nuevo descubrir, un nuevo sentir tu ausencia y experimentar que el dolor tiene distintos colores. Las cosas pasaron de ese modo pero ojalá nunca hubieran pasado así, y no lo digo por mi dolor, si no porque hubiera sido maravilloso verte crecer y poder experimentar la potencialidad de vida que llevabas en ti, pero así es la vida, dura, crudelísima. Nos equivocamos, me equivoqué, nunca debí dejarte sola, nunca debí ser tan egoísta. Ahora me ves desde algún lado, desde algún sitio, desde alguna materia, me ves arrepentido porque realmente lo estoy. Sería maravilloso no equivocarse; sin embargo, así somos, tan imperfectos, tan inmorales, tan humanos, demasiado humanos. Y no importa cuanto me arrepienta, seguiré pensándote, seguiré intentando disimular este dolor, así pasen los años, así pase el tiempo, te llevo como esa marca en mi alma, como esa flor que nunca floreció. Pienso que dejarte en el olvido tal vez pueda ser una manera de disculparme, pero la verdad lo he intentado y no puedo. En tu memoria escribo, pequeña flor, pequeño pájaro, sencilla estrella, dulce espera, suave caricia, sonrisa eterna, en tu memoria escribo para decirte que aquí estoy pagando mis penas, sintiendo que a veces no puedo más y me dan ganas de ir a buscarte, no lo voy a negar, quisiera ir a buscarte, donde estés, allá donde algún día iré a buscarte, a pedirte de rodillas que me perdones, que me entiendas, que no sabía lo que hacía. Mientras tanto iré al mar mi pequeña golondrina, ahí te miro, porque sé que me escuchas y prometo volverme valiente aunque sea imposible, lo voy a intentar. Perdóname la tristeza, pero la tenía en la garganta y pues las manos tenían que soltarla en medio de la brisa que hoy me ha llenado. Igual, he encontrado formas de lucharte, he encontrado formas de remediar mis errores, pero de todos modos no puedo detener la lluvia, me ha vencido y aquí me tienes otra vez. Ha sido suficiente por hoy, cierro los recuerdos y prometo hacer algo, no ir a buscarte sin antes haber hecho algo de lo que seguramente estarás orgullosa. Estoy roto pero aún sirvo, aún de mis manos sale humo y salgo por las noches a mirar las estrellas. Algo más puedo, podré hacer en tu memoria.
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