Abrí la puerta y encontré un salón amplio y vacío. El piso era rojo como la sangre y las paredes blancas como si fueran de papel. Había numerosos maceteros con helechos en los contornos, ellos daban un aspecto natural al ambiente. Y al medio de todo había una mujer sentada en un asiento de cuero, con los codos reposados en un escritorio de madera al frente del cual había una silla vacía que parecía esperarme, y yo me acercaba. La mujer era una señora de cabello negro azabache, con uñas largas y con alhajas por doquier. Tenía la mirada muy despierta y los gestos convincentes. Quizás sus casi cincuenta años que le calculaba, le ayudaban a inspirar respeto; sin mencionar su chaqueta vino tinto que le añadía seriedad. Ella proyectaba la imagen de una persona sabia, conocedora de los secretos del universo. Me acerqué cada vez más y me miró como si me conociera más que yo. Me dijo que me siente y lo hice. No recuerdo qué cosas le conté pero es probable que le haya resumido mi vida y mis problemas. Después de eso se levantó como si hubiera comprendido el asunto y dijo que todo saldría bien. Tomó mi cabeza con ambas manos y firmemente expresó que todo radica en ser libre, que debo liberarme, dejar que mi sangre fluya. En ese momento cerré los ojos y sentí un río fluir dentro de mí, parecía que algo indescriptible me inundaba, sentí tener fuerza, voluntad, esperanza, todo, pero me ahogaba en ese caudal impetuoso de sensaciones, y ella seguía repitiendo que sea libre, que sea libre, y no sabía como serlo, así que desesperadamente le supliqué que me ayude y respondió: no puedo ayudarte, porque siempre has sido libre. Y me desperté
jueves, 22 de diciembre de 2011
viernes, 4 de noviembre de 2011
Reflexión absurdamente estructurada por una máquina intentando cobrar vida
Algo inefable recorre aquello que forma parte de mi cuerpo pero cuya materia es invisible. Escucho música para ver si la ansiedad puede ser detenida, sin embargo es otro intento fallido. Dentro de poco tengo que volver a navegar entre la horrible bruma del monótono devenir y para luchar debo nadar hasta encontrar algo no insípido, porque ahora todo está incoloro y muerto. Soy víctima del tedio. El tedio me acecha desde siempre pero cada cierto tiempo como hoy me atrapa entre sus manos agrietadas y toscas. Estoy atrapado porque he abandonado la poesía.
Nada de lo que está pasando es verdad. Todo lo antes dicho es mentira. Jamás se puede abandonar la poesía. Cosa diferente es no hacer poemas, pero siempre se hace poesía. Quizás lo que ahora me agobia es no poder dedicarle tiempo, es dejar que su voz cuyo nacimiento es un milagro, escape. Pero es que siento el peso de la vida. Siento que hasta el aire cuesta; no obstante me está costanto mucho más vivir sin ella, y es que en realidad ¿qué vale más? ¿vivir para morir o vivir hasta morir?
Nada de lo que está pasando es verdad. Todo lo antes dicho es mentira. Jamás se puede abandonar la poesía. Cosa diferente es no hacer poemas, pero siempre se hace poesía. Quizás lo que ahora me agobia es no poder dedicarle tiempo, es dejar que su voz cuyo nacimiento es un milagro, escape. Pero es que siento el peso de la vida. Siento que hasta el aire cuesta; no obstante me está costanto mucho más vivir sin ella, y es que en realidad ¿qué vale más? ¿vivir para morir o vivir hasta morir?
miércoles, 17 de agosto de 2011
Sueño casi siempre contigo. Cuando no sueño nada tengo la sensación de haberlo hecho también contigo. Me despierto y ya mis labios pronuncian tu nombre junto a los rayos del sol. Soy un atrevido insensato gorrión en cuyo corazón habitas ríes cantas y alborotas. No te amo, el amor es insuficiente para mí.
sábado, 23 de julio de 2011
viernes, 17 de junio de 2011
viernes, 29 de abril de 2011
Poema escrito a las 3:47 de la madrugada de un día lluvioso en que mi alma volaba de casa en casa
Me parece que me transformo en el amor de tu vida
cuando estoy desnudo
no debería creerlo
pero la fuerza con que lo gritas
me convence y me traspasa
el hormigueo de tus muslos.
cuando estoy desnudo
no debería creerlo
pero la fuerza con que lo gritas
me convence y me traspasa
el hormigueo de tus muslos.
miércoles, 12 de enero de 2011
Poema en consideración al tiempo que mato mientras resucito mi vocación poética
El tiempo es un tsunami
que nos arrastra
a tres por diez a la ocho
miserías alegrías odios amores miedos
por segundo
sobre una cresta gigante de caos y espuma
que inexorablemente arrojará
nuestros cuerpos entumecidos y envejecidos
al abismo insondable de la muerte
donde va a parar la nada
y donde las flores ya ni apestan.
que nos arrastra
a tres por diez a la ocho
miserías alegrías odios amores miedos
por segundo
sobre una cresta gigante de caos y espuma
que inexorablemente arrojará
nuestros cuerpos entumecidos y envejecidos
al abismo insondable de la muerte
donde va a parar la nada
y donde las flores ya ni apestan.
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