viernes, 3 de diciembre de 2010

No hay necesidad de un título

Estoy frente a un cigarrillo. El día está muy oscuro y las horas muy lentas, a pesar que recién empieza la mañana y que el sol se ha plantado con arrogancia en el cielo. Dentro de poco debo rendir un examen por lo que estoy obligado, coaccionado a leer un tema desabrido. Enciendo el cigarro y el humo transforma mi entorno. Siento que todo se puede dejar de lado. Un placer morboso me invade al ver incendiarse, desaparecer los apuntes o en todo casi mis cadenas. Me rindo ante el paroxismo de recitar un poema, ante el éxtasis tibio de la nicotina. He adquirido autoridad para decir la palabra mierda y siento otra vez que todo se puede dejar de lado. Aspiro fuertemente. Pienso mientras tanto en la libertad, recuerdo haber escuchado que el decurso de la historia humana no es otra cosa que la lucha por la libertad. Una media sonrisa irónica muta mi parquedad. Una premonición me susurra que el decurso de la historia individual es la lucha por emanciparse pero de sí mismo. Libertad y libertad, categoría inútil. Muchas palabras abundan en la incertidumbre, repito con fervor. Vuelvo a aspirar pero lamentablemente siento calor en los dedos , física cualidad del triste final del cigarrillo. Aspiro por última vez, hasta quemarme los labios. Piso el cadaver de mi salvador. Miro mis manos, se ven tan vacías, parecen las manos de un ser frustrado, pero no, lo pienso detenidamente y parecen más las manos de un demente. Abro Prosas Apátridas y empiezo a leer a Ribeyro.

lunes, 29 de noviembre de 2010

¿Poema Fortuito?


Estaba intentando incrementar el volumen literario de mi facebook, subiendo fotos y agregándoles una descripción, de pronto me di cuenta que mi perfil no tiene nada poético, entonces me propuse llenar el espacio que corresponde a la biografía y me salió esto, que no sé si llamarlo poema, pero al menos representa el intento:

No sirve de nada haber nacido
si no se halla un camino
donde los pies puedan saltar
pero de alegría
.


No sirve da nada hacer una biografía
si no se tiene una vida, que contar
si no hay miserias, que llorar
ni amor para luchar.

No sirve de nada
aguantar silencios
tragar salivas
si no se descubre
a donde mirar.

Mientras tanto
no sirve de nada
que el tiempo nos arrastre
a cualquier lugar.

domingo, 12 de septiembre de 2010

Causa y Efecto

Hace unos días llegó un poema a mi correo, el cual comenté y por mis opiniones vertidas generé la reacción de las líneas siguientes.


EL POETA DICE:

te llamo la atención en privado para no hacerte quedar mal ... la estética no esta condicionada por los objetos en si sino por la dimensión que le da el artista y sobre todo por el sentido que le asigna el que crea ya sea el que escribe o el que lee -‏

Cuando madures entenderás que no hay vicio vacio prosaismo o poética que importe
los grandes escritores no hacen distingo de uno u otro genero
no vale la pena escribir si lo haces como un escritor menor
olvidate de ese maldito Becquer y lee a Beckett
a Joyce a Pound a Artaud a Panero ...................................................................

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oswaldo_becquer(osea yo) RESPONDE:

Respondo tu llamado de atención en público para hacerte quedar bien



En principio debes saber que no me hubieras hecho quedar mal llamándome la atención ante los demás. Mal quedan, en todo caso, los cobardes. Yo te dije y te digo lo que hasta ahora pienso, sin ningún ánimo de ofenderte.

SOBRE LA ESTÉTICA

Lo de la estética es simplemente eso: estética, bello o no bello. De otro lado no dudo que la belleza no depende de un objeto o palabra sino mas bien del poema en su conjunto o como tú lo entiendes, de la dimensión o el sentido que cada poeta le da; en ese orden de ideas, fuere cual fuere la palabra, cuando ésta se encuentra dentro de un conjunto de otras palabras adecuadamente escogidas, la estética sobra. Lo aprendí, hace mucho, cuando leí la oda a la cebolla o a la cuchara de Pablo Neruda.

SOBRE MI MADUREZ

Resulta obvio que tu doble sentido no es doble sentido. Bueno, sólo puedo decirte que es cierto, soy inmaduro y uno con mucho orgullo y satisfacción. Quiero resaltar que te respondo con el significado común de madurez porque prefiero no responder el verdadero sentido contextual de la inmadurez que muy acertadamente me imputas. Además considero que los insultos hay que reservarlos para cuando conversemos directamente y nos veamos face to face, así nos vamos a distinguir por ser caballerosos, transparentes y elegantes. No seamos como el vulgo que habla en doble sentido y murmura en las esquinas.

SOBRE BÉCQUER

Estoy seguro que nunca me voy a olvidar de Bécquer, sobre todo porque siempre al despertarme lo veo mirándome desde mi pared, con sus ojos medio dormidos y sus negros rizos brillantes. En todo caso lo único que voy a olvidar es que pusiste su apellido sin tilde. Eso sí.

¿FINALMENTE?

Ya para cerrar este mensaje, no te voy a recomendar que leas un autor ni varios, sino que releas los mismos que le recetas a mi inmadurez y los que quieras; y entonces te darás cuenta que a pesar de usar palabras no bellas como el sexo, la cebolla, Lucifer, ano, excremento, etc, sus poemas son estéticos, causan admiración, placer, goce; por algo son grandes. Con lo que no afirmo que escribas algo valorativamente opuesto, no, como te dije en mi primer mensaje, hay metáforas de tu texto que me resultan agradables y otras que no. Aquí tu talento no se discute.

AHORA SÍ, FINALMENTE!


Por cierto, hay dos cosas que he querido decirte desde antes: a) no por leer o saber mucho se es poeta, y, b) si me hubieras dejado hablar las veces que conversamos te hubieras dado cuenta que soy mucho más inmaduro de lo que crees y que tratas con una verdadera bestia, un animal…

Espero no haberte ofendido nuevamente.


Nada más, por ahora.

domingo, 29 de agosto de 2010

Delirio


¿sabes
que cuando arriba el sueño con sus alas santas
me hablan esas tus palabras las que nunca me han hablado
y me miran esos tus ojos los que nunca me han mirado;
y que aquel horizonte ecuestre de fantasías sublimes
donde puedo gozar la integridad de tu ser
se ha convertido en lo único real y hermoso de la vida?

¿sabes que has revolucionado todas las cosas
hasta el punto que la bellísima luz del día
ha venido a profanar el deseo divino de alcanzarte;
y que ahora sólo ansío esta oscuridad bendita
donde mora tu imagen imposible?

¿sabes que te has apoderado de mis pensamientos
de la forma más tiránica
y que has entrado desordenando todos los principios de mi lógica?

O.z.B.

miércoles, 4 de agosto de 2010

Diálogo inconsistente


- ¿Hay que ser libres?
-¿cómo?
-Haciendo el amor.
- El amor lo hacemos en cada segundo que estamos juntos mi amor, cuando nos miramos, cuando hablamos, con soñamos juntos...
- Sí, pero sabes? no me logro desprender de la semántica mundana de la frase hacer el amor. Tiene un sonido que me estremece los homóplatos...
-Al menos ya sé qué clase de libertad quieres.
-Quiero liberarme del tiempo, de las obligaciones, del mundo, en tu cuerpo; quiero emanar tiburones diminutos que devoren el espacio, que se traguen las estrellas y mis miedos y dormir y soñar.
-¿Para qué?
-Para engañarme que somos libres, para negar mi negación, para negar el deber ser, y ser.
-Tú lo niegas todo, eres un nihilista.
-Niego todo menos a ti, tú para mí existes más que yo. No creo que seas mi imaginación, por el contrario, yo debo ser tu imaginación y tú la única verdad.
-Es que yo soy la poesía.
-Felizmente.

miércoles, 17 de marzo de 2010

Para alguien que no sé

El cuerpo pesa
las horas pasan
la noche alumbra
o pare tu recuerdo
y entonces el cuerpo pesa más
y las horas pasan menos.

lunes, 18 de enero de 2010

La vida


Después de tantas tragedias que asolan al mundo, no podemos hacer menos que conmovernos. Asimismo también, reflexionar sobre el sentido de nuestra existencia y sobre el valor inmenso de la vida. Sólo vivimos una vez y por eso hay que hacerlo adecuadamente, es decir, de una forma que seamos o al menos intentemos ser felices. ¿Pero cómo se alcanza la felicidad? Pues, entendiendo algunas cosas-la muerte por ejemplo- , haciendo lo que nos gusta, siendo uno mismo y a todo ello agregarle pasión. Hay que alegrarse cuando hay que alegrarse, hay que llorar cuando hay que llorar, hay que gritar cuando otros callan, hay que fingir ser valientes cuando tenemos miedo y hay que amar cuando no se debe. Eso, señoras y señores, a mi modo de sentir, es una vida moral. De esta manera, cien terremotos podrán pasar y moriremos sin angustia.